En nuestro trabajo en general y especialmente con empresas, desde un primer contacto nos enfocamos en definir y usar KPIs para medir cómo impacta en el cliente, el servicio y las soluciones que le brindamos
Animamos a los clientes a medir ese impacto ya que se trata de una inversión que realizan el contratarnos y es clave que logren visibilizar resultados.
Un KPI (en español, indicador clave de rendimiento) es una medida que permite tomar decisiones y que nos ayuda a ver de manera tangible y mensurable cómo estamos aportando valor en aquellos aspectos en los que el cliente quiere mejorar. De esa manera, ubicamos inicialmente los puntos de dolor, el mapa de fortalezas y dónde la empresa tiene oportunidades de mejora, para luego planificar y diseñar cómo resolverlos, provocando cambios concretos.
Creo que usar KPIs es la mejor forma de trabajar con empresas y mostrar resultados, especialmente en aspectos soft.
Puede ser un desafío seleccionar las métricas que observaremos en relación con el desarrollo de competencias blandas, en skills y criterios como el compromiso, la motivación, la efectividad de la comunicación y coordinación internas, la maduración del liderazgo, la calidad de atención, el cambio de mindset y de hábitos de gestión, el bienestar pero no es imposible. Y de todo esto estimamos métricas.
Cuando definimos KPIs y plasmamos una estratégia, poniendo el foco en lo que funciona, en los pasos necesarios y en generar el cambio requerido o para mejorar lo que se necesita, el cliente puede alcanzar el éxito que busca y puede verlo en números. Es nuestro compromiso.
¿Usas métricas en aspectos soft del cambio? ¿Creés que tienen relevancia?